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Al rehacer su propio cortometraje de 1984 que ayudó a lanzar su carrera, Burton a través del film Frankenweenie, 2012, va a actualizar su original de acción en vivo a la animación stop-motion, siguiendo sus propias incursiones estilísticas como en Tim Burton's The Nightmare Before Christmas: Boogy no Gyakushuu, como productor y escritor, y en la irregular Corpse Bride, como codirector. Este medio distinto deja de lado la oscura y pintoresca calidad de Leave It to Beaver, del original de 1957, y explorar territorio familiar para la macabra sensibilidad cómica del cineasta, así como hacer explotar las tendencias populares en la exhibición de films 3D. Pero, la película también puede ser el trabajo más personal de Burton en más de una década, empleando referencias a sus películas de terror clásicas y favoritas como Frankenstein y The Bride of Frankenstein, al tiempo que emplea un estilo visual en B/N que recuerda a uno de sus mejores films, Ed Wood, 1994. La falta de color sugiere que Tim Burton ha dejado de lado sus impulsos comerciales habituales, cada vez más empalagosos, para contar una historia que significa algo para él. Aquí hay una conmovedora historia sobre un niño que ama tanto a su perro que ni la muerte puede separarlos. El niño, apropiadamente llamado Victor Frankenstein -con la voz de Charlie Tahan- presencia cómo su perro, Sparky, muere mientras corre tras una pelota de béisbol al otro lado de la calle. El can, que lleva el nombre de la mascota de la infancia de Burton, era el único amigo de Victor, por lo que este sigue el ejemplo de su enloquecido profesor de ciencias, el señor Rzykruski -con la maravillosa voz de Martin Landau- y conecta el cadáver de Sparky a electrodos y cables durante una tormenta. Cuando cae un rayo, el perro renace. Teniendo en cuenta que se trata de una película distribuida por Disney, Burton evita representar a Sparky como una criatura monstruosa. Nos muestra signos del mosaico algo dudoso de Victor mientras las moscas vuelan a su alrededor, pero Sparky es el mismo de siempre, corriendo y retozando con su amo. Víctor les oculta a sus padres a Sparky un secreto -voces de Martin Short y Catherine O'Hara- pero finalmente sale a la luz y la multitud dotada por una mente estrecha se niega a comprenderlo. Gran parte de la trama sigue los trazos generales del corto original de Burton, con un final en el que los enojados habitantes del poblado cambian de opinión y deciden poner en marcha al perro no muerto con sus automóviles. Pero, la parte intermedia del film es nueva, aumentada por el guionista John August. En la nueva versión, el monstruoso surtido de compañeros de clase de Victor le roban sus esquemas para revivir a sus propias mascotas con la finalidad de participar en una próxima feria de ciencias. Pero, ninguno de ellos siente el amor que Victor si por Sparky, por lo que sus experimentos van a resultar abominables. Un niño regordete crea una pandilla de monos marinos de dos patas que se van a comportar como las criaturas de Gremlins; un estereotipo asiático que levanta las cejas restaurando la vida de su tortuga, y se convierte en la imponente criatura de Gamera; el gato de una niña se transforma en un híbrido de felino y murciélago. Todo es simplemente una diversión medio fofa al lado de la sencillez del corto de Burton, pero está presentado con humor agudo para mantenernos interesados. Frankenweenie se desarrolla en uno de los típicos barrios suburbanos de Burton, sacado del film Edward Scissorhands, aparentemente hace algunas décadas -al fondo se puede ver Bambi, 1942, en el multicine de la localidad- excepto que los personajes de la ciudad de Frankenweenie, New Holland, parecen desangrados, con ojos oscuros y demacrados. No queda claro por qué estos personajes parecen marginados de Halloween Town, aparte que este sea parte del estilo de Tim Burton. Pero, las morbosas caracterizaciones le van a permitir al cineasta estadounidense inyectar muchas referencias a viejas cintas de terror. El señor Rzykruski se parece al ídolo amado de Burton, el actor Vincent Price; dos de los compañeros de clase de Victor a la momia de Igor y Boris Karloff; Christopher Lee aparece en una escena de un clásico de la Hammer como Drácula, y luego, está la escena culminante en el molino de viento holandés, que refleja el final del film Frankenstein, 1931, de James Whale. Todas estas referencias están hechas con cariño y no habían sido tan frecuentes en una cinta de Burton desde que lanzó Mars Attacks!, y su retorno a un material tan nostálgico y bienvenido. Sin embargo, a pesar del diseño inspirado de la película, Frankenweenie sufre de una curiosa falta de personajes humanos interesantes, mientras que la animación detrás de Sparky es divertida. En ese sentido, Frankenweenie y Paranorman, de Chris Butler y Sam Fell, fueron las dos mejores películas familiares de temática macabra y animadas en stop-motion de 2012. En Frankenweenie, una subtrama sobre un alcalde cobarde no nos lleva a ninguna parte mientras que la hija del alcalde, Elsa Van Helsing -voz de Winona Ryder- podría ser de interés romántico para Victor, pero no lo es. En cambio, estamos más interesados en el amorío canino entre Sparky y el caniche de Elsa, un cachorro idéntico a Elsa Lanchester. Dejando de lado los pequeños detalles, la animación de la película y la magnífica presentación monocromática nos recuerdan por qué Tim Burton, cuando no realiza atrocidades fílmicas posee una distintiva pasión gótica. Y aunque su material más convencional puede haber convertido a Burton en un nombre importante, son cintas como Frankenweenie las que hacen que los cinéfilos regresen a la revisión de su filmografía. Para terminar, algo interesante. En los EEUU, la segunda década de trabajo de Tim Burton ha socavado toda la credibilidad y la buena voluntad que había construido durante su primera década como cineasta. Sleepy Hollow con aprox. 206’000,000 millones de dólares como recaudación en todo el mundo fue el comienzo del desliz, y Planet of the Apes con US$ 362’200,000 sirvió como garrote para que el público se deshiciera de los elementos desafiantes y desconcertantes de su obra. Big Fish con US$123.000,000 fue un esfuerzo noble, pero no obtuvo lo que se esperaba, y llegó tarde, teniendo en cuenta que Charlie and the Chocolate Factory con US$ 475’000,000, abusó de los recuerdos de su público. Tanto Corpse Bride con 117,000,000 como Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street con 153’000,000 fueron sólidos retornos, pero ambos carecieron de ese atractivo que hizo accesibles sus trabajos anteriores, y luego Alicia en el país de las maravillas con US$ 1,024’000,000 y Dark Shadows con US$ 239’000,000 llevaron a los fanáticos que aún se aferraban a la desesperación. Incluyo todas las recaudaciones mundiales para demostrar algo. Aunque la respuesta de la crítica ha sido inestable, en términos financieros Burton ha generado dinero para los estudios de manera consistente. Pero, generarlo en todo el planeta, es una satisfacción superficial para un artista del temperamento de Burton. No debería sorprendernos que Burton haya vuelto con su Frankenweenie. revisando su primer trabajo profesional de una manera que amplía y, con suerte, recupera, el afecto que sus fanáticos tienen por esa obra seminal. De esta manera, ha producido una de sus obras más efectivas en años, pero también su mayor fracaso financiero en la memoria reciente, al recaudar solo US$ 67’000,000, una cifra que, para mala suerte no llega a duplicar su presupuesto de producción. En cuanto a las especificaciones técnicas, no estoy en capacidad de escribir o hablar adecuadamente de los elementos 3D, pero en 2D, la película es brillante y prácticamente impecable. El director de fotografía Bruno Delbonnel hace que la imagen codificada en AVC sea nítida con una profundidad de campo impresionante. Las sombras son negras sólidas y el uso que los realizadores hacen de la luz y la sombra permite lograr fascinantes texturas y una acción super nítida. Hay una fantástica pista envolvente DTS-HD Master Audio 7.1 que permite un diálogo claro que nunca se pierde en la música de Danny Elfman o la acción caótica en pantalla. Se trata de una obra de audio dinámica que solo ayuda a mejorar toda la visualización. Aunque Frankenweenie no es el mejor trabajo que Burton haya rodado, la brillantez del trabajo de los detalles que se hizo para crear el mundo Frankenweenie es tan prolijo que estoy dispuesto a pasar por alto una ligera falta de resonancia emocional. Especialmente cuando se ha puesto tanto esfuerzo en darle vida a Sparky. El corazón y el alma de esta película es este animalito y su relación con Victor, y es lo que funciona mejor. Buen film. Revisión recomendable.
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